SI
AYER TE ROMPÍ EL CORAZÓN... FUE PORQUE TE AMO MÁS QUE NADIE
Blue Valentine
(Mi Triste San Valentín) plasma la historia de un matrimonio, que
ha encontrado en su camino una crisis de pareja la cual ha
bloqueado cualquier intento de salvar su unión 'sagrada' o lo que les queda de ella. Los días que pasan juntos
se han convertido en jornadas monótonas y llenas de hostilidad. Dean está convencido de que el amor, que siente por su esposa Cindy y su pequeña
hija, es el único pilar necesario para la felicidad de su hogar; mientras que
Cindy se encuentra envuelta en una frustración (profesional y amorosa) que
momento a momento la tortura. Dean se
muestra como una figura amorosa, dador de gestos y palabras de cariño, que busca un
momento de reencuentro de amor con su esposa, la cual no hace más que mostrar
indiferencia. ¿Qué pasó? Para responder esta pregunta Derek Cianfrance entiende la necesidad de mostrarnos
su pasado, el momento en el que Dean y Cindy se enamoraron; y lo
realiza mediante flashback’s (técnica que altera la secuencia cronológica de la
historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al pasado) que van surgiendo durante el transcurso de la película alternando pasado y presente. Se observa que su relación ha
iniciado de una manera desfavorable y poco conveniente, ya que se conocieron y
se enamoraron cuando Cindy estaba terminando una relación, y pues sabemos muy
bien que ante cualquier pérdida (de pareja, familiar, etc.) es necesario un
periodo de duelo, es decir, un tiempo para poder comprender,
entender, aceptar y sobrellevar la perdida, con el objetivo de concluir con lo
pendiente y que esto no perjudique en posteriores relaciones; lamentablemente
Cindy no puede desarrollar el duelo y el “fantasma” de su ex pareja sigue
provocando sentimientos que retan a su seguridad y estabilidad emocional. Sin
embargo, las relaciones perfectas no existen por si solas, se construyen y
pues a pesar de los tropiezos con los que empezaron (entre ellas traer un bebe
al mundo de manera improvista y sin estar preparados) podían haber hecho que
todo eso funcione. Así parecía cuando se casaron y salieron del registro civil
hacia llenos de expectativas y llenos de amor.
Desafortunadamente, Dean satisfecho por tener una esposa a la cual amar y por
haber traído al mundo a una hermosa hija (que no era suya, en realidad), no creyó por conveniente hacer más
que el mínimo esfuerzo por sobresalir y, aunque sea difícil de creer, este 'pequeño' detalle es la respuesta a la pregunta planteada anteriormente. La ADMIRACIÓN es uno de los pilares fundamentales de aquello que llamamos 'amor'; cuando una persona deja de admirar a su pareja su amor hacia esta titubea y paulatinamente empieza derrumbarse.Y es ello lo que le
sucede a Cindy precisamente, pierde la admiración por Dean. Deja de admirarlo. Dean al ver que todos los esfuerzos que
hace son en vano se ve envuelto en la desesperación y en la frustración,
descargando de manera errónea su ansiedad e impotencia. Realiza y dice cosas de
manera precipitada que traen consigo repercusiones irremediables con su pareja.
Ya lo decían los psicoanalistas: “el amor se
articula con el deseo”. Es decir hay la ilusión de que amamos por el ser y no
por el tener, he aquí una de las dimensiones del engaño, porque cuando amamos
al otro es porque suponemos que tiene lo que nos falta. El sujeto ama
al otro en tanto el otro tendría lo que al sujeto le falta. Y cuando se
pierde la admiración ya no hay deseo, no hay falta, el amor desaparece. Pero no
solo desaparece, sino que se disfraza como si tuviese un propio mecanismo de
supervivencia. Se disfraza y permanece en estilos afectivos disfuncionales
desgastantes consumen al amor y a los amantes; elige una vía
equivocada para expresarse y derivar en una relación tóxica. Es por eso que hay que aprender a
perder todo en el amor. Es preferible retirarse a tiempo cuando las opciones
son pocas, renunciar, para evitar un sufrimiento peor más adelante, como les sucedio al duo Dean -Cindy.
“Y es que
nada más difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su
generosidad” – F. Nietzsche
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